martes, 3 de junio de 2014

La Flor (Santiago de Compostela)

Y es que hay algo en los barcos de papel que cuelgan del techo, así como en la luz tenue que se crea por las mini bombillas colocadas en las paredes. La madera de las mesas y poder pasar una tarde acompañada de Madam Bovary.

Jaulas que en vez de pájaros esconden conversaciones y sueños atrapados. Y flores.  Si tienes suerte, encontrarás un pequeño cajón con notas: notas de amigas, de novios, de bromas, de... de todas las personas que han pasado y han dejado escrito en una simple servilleta lo que en ese momento pensaban. Como yo. Y es que hoy, en este sitio tan especial se celebra una cena. Un hasta pronto, Santiago.

En estas semanas me despido de mi Universidad, de mis tres años de carrera más uno en Estocolmo y esta es, probablemente la última entrada de Santiago de Compostela, al menos en una temporada.

La Flor no es ningún gran descubrimiento. Creo que la gente de Santiago lo conoce bien, porque muchas noches estaba a rebosar. Pero quería compartirlo con vosotros, porque a mi me parece un 3B's encantador que todo el mundo debería de ver.

Se encuentra en Casas Reais, al lado de La Empanadilla&Co de la que os hablaba hace unos días. Dos lugares completamente dispares. Dos caras de la vida.

He ido a comer un par de veces el menú del día y un gran aprobado.

En primer lugar ofrece un menú diario de 5,50€ de un solo plato. La vez que estuve, y de la cual no tengo fotos porque nunca pensé en llegar a comenzar este Blog, comí conejo con salsa de avellanas y patatas. Exquisito y simple. También probé el postre, yo pedí coulant de chocolate y mi acompañante, maldito sea, un postre que me dejó K.O: tarta de yoghurt con frutas del bosque.

En segundo lugar podéis pedir que os hagan un menú de grupo, yo lo hice y eran 22€ por persona que no recomiendo. Al final optamos por la opción de pedir lo que quisimos de la carta.

Os dejo aquí el enlace de lo que ofrecen.

Con respecto a lo que ofrecen, pues hay un poco de todo, desde comida más internacional hasta la típica tosta de pan de toda la vida. Esta última un gran acierto. Creo que en general la comida fue abundante, y ya no fue mi propia opinión, sino de las siete personas que esa noche me acompañaban. Además quedamos completamente llenas.

Empezamos con lo que pedimos.

Tostas:

Se pueden compartir entre dos y después pedir algo a mayores, esa fue la elección de la mayoría de mis acompañantes, aunque personalmente yo creo que se podría comer una perfectamente y pedir algo después. El pan esta muy rico, jugoso a pesar de ser una tosta, porque a veces lo queman o lo pasan de más y necesitas un buen vaso de agua. En cuanto a la variedad, buenísimas las tres, recomiendo cualquiera de ellas, pero la que más la última, de lacón, y es que la castaña estaba espectacular!



queso de cabra y mermelada de tomate

 salmón, philadelphia y alcaparras

lacón, queso de Arzúa y crema de castañas

Ensalada:

Soy fan de las ensaladas en verano, y más si son como esta. La que veis en la foto, además se ser una ensalada verde lleva nueces, queso de cabra y pera, que le da el toque perfecto. A los que no les guste pueden pedirla sin ella, por supuesto. Estaba muy fresca y crujiente, nada de mustia por tenerla ya preparada con anterioridad.



Segundos variados:

Aquí os traigo dos platos distintos. 

El primero es una hamburguesa al estilo hindú, con un chutney de mango que personalmente y siendo amante del picante y de esta salsa estaba incomestible: picaba DEMASIADO. El principal problema que uno se puede encontrar, y que os doy como consejo, es que pidáis la carne como os gusta y es que pesaba alrededor de 200g por lo que puede quedar cruda por el centro. Sé que hay mucha gente que a la que le da reparo, así que ya sabéis, especificarle al camarero para no llevaros una sorpresa, aunque para mí, que esté poco hecha no supone un problema ;)

La segunda imagen está compuesta por una lasaña, la descripción en palabras de una amiga fue: es una mezcla de lo rural y urbano. ¿El por qué? Muy sencillo, su bechamel está hecha de garbanzos, mientras que el relleno se parece más a un pisto. Era un poco caldosa pero estaba muy buena.




Postres:

Os traigo otras dos opciones, una más golosa que otra, pero las dos sin duda muy ricas.

La primera imagen es de una tarta de yoghurt casera de frutas del bosque y el segundo un coulant de chocolate. Mi recomendación es la primera, primero porque es casero, y segundo porque el coulant la primera vez que lo probé venía seco.

Si tuviera que ponerle una pega a la tarta de yoghurt es que la base de galleta tenía demasiada mantequilla.





En cuanto al segundo punto, su decoración me parece fantástica. He leído todo tipos de comentarios de: pretenden ir de modernos pero no saben cómo hacerlo, etc. Personalmente creo que el local tiene potencial y te hace sentirse en casa, tanto por la iluminación como por lo que hay dentro.

Tiene personalidad, tiene un toque diferente. Si tuviera que ponerle algo negativo sería en cuanto a la iluminación a la hora de comer y el eco que se produce cuando el local está lleno, que hace que las conversaciones sean difíciles de mantener.

Al principio de la entrada podéis ver un poco de la magia que tiene, y en las fotos que os dejo a continuación.








Y finalmente, mi opinión. Admito que es mi rincón favorito de Compostela, que me hace sentir como en casa y que tengo muy buenos recuerdos en él. Me gustan los locales diferentes, los locales con magia y este desde luego cumplo con todo: vale para cenar, comer, tomar una copa o mismo un té. Un rincón polifacético.

Os recomiendo ir, totalmente.

Espero que os haya gustado y que conozcáis un poco más de mí a través de él.

Un beso.

B.










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