jueves, 26 de febrero de 2015

Zero Bar (O Burgo, La Coruña)

¡Buenas frías y lluviosas tardes!

¿Cómo estáis? He de admitir que os tengo completamente abandonados, más allá de la foto que subí el otro día a la página Escrito con B de Facebook...

Febrero puede que sea el mes más corto, pero a mí, personalmente se me está haciendo como si fueran 3 meses juntos... Digamos que entre trabajar, hacer cursos en la Universidad y opositar... se me están complicando los días de buena forma.

Hoy os traigo una muy buena propuesta que tenía pendiente desde hace muchísimo tiempo: El Zero Bar. Se encuentra en la ría del Burgo, un lugar que si le da el sol, vale mucho la pena. Después de comer hasta podéis daros un paseo y disfrutar de las vistas.

Este sitio tan bonito, y en el que se come de maravilla, llegó a mi vida una semanas después de su abertura. Un día vi unas fotos de alguien que había estado y me encantó. Así que metí la dirección en el GPS y allá que me fui.

Su estilo es de mis favoritos, y de los que habéis podido ver en el Blog: minimalista y nórdico. Más allá de eso, utiliza salvamanteles y servilletas 100% reciclables. Esto es muy importante para mí, creo que hay que fomentar el tema de la ecología mucho más allá de lo que se está haciendo, y que haya locales que ayudan en esto sentido aporta esperanzas. Nuestro planeta se deteriora, queridos lectores, y hay que cuidarlo, ya no solo por tener calidad de vida, si no por todas las generaciones que vienen por detrás.



Otro aspecto sobre su decoración, y que creo que hace que el sitio sea más acogedor, son los elementos de madera que tiene, así como la chimenea que podéis ver en la foto de abajo.




Con respecto a la comida, y he aquí la mejor parte, sin duda, es que todo lo que he probado hasta hoy en día está buenísimo. Es cierto que no tengo muchas fotos, y solamente unas de una comida que tuve allí, pero creedme cuando digo que me ha encantado todo.
Me considero bastante quisquillosa en temas culinarios, que si viene fría la comida, que si mucha sal, etc. y por ahora solo he encontrado una y que os voy a comentar un poco más abajo, en el apartado de críticas.

Zero Bar ofrece un menú diario de varias opciones a escoger durante la semana por 9€, el cual he probado cuando abrió sus puertas y que es muy completo. Este menú va cambiando y lo van publicando cuando hay cambios, así que estad atentos a sus redes sociales.
Por otro lado podéis encontrar un menú de degustación y después el menú normal dividido en raciones y tapas premium.

¿Qué es esto de tapas premium? Yo las definiría como medias raciones, muy válidas para compartir, aunque hay platos que es mejor que no, como croquetas o saquitos si es que sois cuatro personas, porque trae un número impar a la hora de repartir.

Las fotos que os muestro a continuación son tapas premium, menos el postre, a compartir con una amiga. Por orden encontraréis:

Wok de Bulgur con langostinos a la plancha, Hamburguesa de Black Angus y un coulant de chocolate con helado de frutos rojos.





Finalmente, la parte más 'dura', mi crítica. En primer lugar, cuando fui a comer las últimas veces, me quedé completamente congelada. Nos sentamos en las mesas bajas que hay al lado de las ventanas, y de las que os muestro una foto... No sé si es que entraba frío o estaba el aire puesto... pero comí envuelta en mi manta-foulard...

En segundo lugar, la hamburguesa de Black Angus era bastante seca, pero eso depende para gustos, supongo.

Por último, y no hay cosa que menos me guste de un sitio, ¡es que el té no lo sirven en tetera! 

A pesar de estas cosas, es un lugar que recomiendo si os gusta comer bien y tener buenas vistas. Además aprovecho para deciros que el mes de marzo viene cargado de sorpresas... Si os gusta la magia, y dado que ya lo he visto en más ocasiones y conozco críticas de otras personas, os recomiendo que vayáis hasta el local el día 28 de marzo, valdrá la pena, os lo aseguro: se llama Mago Bruneti.

Un beso a todos.

¡Qué terminéis febrero con una sonrisa!

jueves, 5 de febrero de 2015

Bienvenidos a Laponia: Champinjonsoppa (sopa de champiñones)

Buenas y frías tardes desde La Coruña!

¿Cómo estáis? Parece que la lluvia no nos iba a dar tregua, ni la lluvia, ni el granizo, ni... la nieve presente en otros lugares. Todo esto me ha traído recuerdos... este tiempo no es que ayude mucho, y mi mente se ha ido a Suecia... más específicamente a Laponia.

Hace un par de años me aventuré en un Erasmus a una de mis ciudades favoritas del mundo, y no es sin razón. Una vez allí... todo fue a mejor, llegando incluso hasta Más Allá del Círculo Polar Ártico.

No hay palabras para describir la sensación de los lagos helados, las motos de nieve, las auroras boreales y todo lo que allí viví con una gran compañera.

Aunque mejor que contarlo, podéis verlo...






Por eso, y porque quiero compartir un salto de país, hoy os traigo esta receta.

La probé en una tienda en medio del bosque helado, más específicamente en esta que os enseño en la última foto. Es una comida típica, y me encantó. Espero que a vosotros también os guste.


Ingredientes:

500g de champiñones, yo usé los típicos blancos. También podéis mezclar varios tipos.
5 dl de leche
Sal al gusto
Media cebolla
2 dl de nata para cocinar
Pimientas variadas




Preparación (unos 30 minutos):

1. Sofreís un poco la cebolla con aceite y añadís los champiñones ya limpios y en trozos.
2. Añadís la leche. Esperáis a que hierva y a que los champiñones empiecen a estar hechos.
3. Bajáis el fuego, añadís sal y pimienta al gusto, removéis y después añadís la nata de cocinar.
4. Lo dejáis todo a fuego lento hasta que los champiñones estén como más os gusten. Yo los prefiero más bien crudos, de ahí que me quedara con motas marrones oscuras.

5. ¡Una vez esté todo hecho, lo pasáis por la batidora y listo!



¡Qué tengáis buena tarde! Ya es jueves :)

Un beso,
B.